El Servicio, Mi Vocación
MAYO, 2023 - Tiempo aprox. de lectura: 3.5 minutos
¿Cuál es mi vocación?
Ser madre es sin duda mi gran vocación, mi norte. También ser maestra; poder acompañar a niñas y niños del primer septenio es un regalo hermoso, agradezco a esos pequeños “grandes” maestros que me han permitido observarles en su proceso de encarnación en la Tierra.
Pero lo que me resulta más gratificante de ello, es poder guiar a los padres de familia en la crianza, y compartirles un poco de lo que aprendo en mi experiencia como mamá y en la formación Waldorf.
Si hay un común denominador entre estas dos vocaciones, es el servicio.
Pero si hablamos de estar al servicio de mi propio ser, entonces diría que el arte me ha ayudado a conectar con mi ser desde muy pequeña.
La danza ha sido clave, bailé ballet por 10 años y Flamenco otros 10 más; mi Licenciatura en Letras; y esa manera de sentir tan mía, tan sensible, tan intensa, tan apasionada.
El arte en todas sus expresiones: la música, la danza, la pintura, la escritura, la literatura, han sido refugio para canalizar las olas de emociones, habitarme y re-conocerme cada vez más en profundidad.
Durante los últimos meses, la escritura, por ejemplo, ha sido un gran ancla.
Poder plasmar en palabras mi proceso ha sido parte importante de mi sanación. Y con ello, la disciplina que implica, buscar el espacio para escribir, para conectar conmigo, en silencio, y poder exteriorizar todo lo que tengo para contar para que no se quede adentro. Y que otras personas, sobre todo mujeres, también puedan conocer mi historia, que no seré ni la primera ni la última en pasar por algo similar.
Encontrarme en el abuelo fuego, también ha sido parte de mi sanación. Encenderlo, rezarle, entregarle todo lo que ya no me pertenece, cantarle…
Nunca pensé que podría iniciar un fuego por mi propia cuenta, me siento empoderada cuando lo hago; cuando me encuentro frente al fuego y le canto me siento anclada, me lleva de vuelta a mi centro.
Así como el fuego transmuta también puede anclarnos, aterrizarnos.
Me gusta estar al servicio del fuego, en ceremonias como los temazcales, o bien sea para cocinar. Estar cerca del fuego me recuerda mi rol de sacerdotisa y desde ahí me comparto, desde esa fuente de poder.
¿Te has preguntado, cuál es tu misión de vida?
Qué es eso que tú, y sólo tú, tienes para ofrecer al mundo.
Sea cual sea la respuesta, lo importante es seguir nuestra misión desde el amor.
Reconocernos como un canal de luz, puro y perfecto, en todo lo que hacemos.
¡Eso es!